sábado, 12 de enero de 2013

Más Europa y menos Depardieu


Los países de la Unión Europea deben tener una política fiscal y un control financiero común con el objetivo de coordinarse, harmonizarse y ejercer un contrapoder a las multinacionales y sistemas financieros (los que realmente gobiernan el mundo a día de hoy).

Con esta medida evitamos casos como el que hemos vivido hace unos días con Gerard Depardieu, que ha decidido irse a vivir al país vecino para no pagar los impuestos del suyo. No solamente quedan aquí las ventajas de esta política común; actualmente nos encontramos reticencias para subir el insolente impuesto del 1% de las SICAV con el argumento de que en dicho caso invertirían fuera del país. Además políticas fiscales diferentes en cada estado-nación son aprovechadas por las grandes empresas para establecerse allí donde les es más favorable. Se origina así una competición fiscal a favor de los mercados en vez de a favor de la ciudadanía, como debería ser.

¡Unámonos para conseguir una Europa de y para los pueblos!





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